LAS CONVERSACIONES DIFICILES

Las conversaciones que pensamos que pueden generar tensión, a menudo resultan menos conflictivas de lo que pensábamos.

Dr. Santiago Jacomet

8/6/20242 min read

Las conversaciones difíciles suelen ser menos problemáticas de lo que anticipamos

Según investigaciones recientes. Nicholas Epley y sus colegas de la Universidad de Chicago han descubierto que las interacciones cara a cara, incluso sobre temas delicados, a menudo resultan ser experiencias más positivas de lo esperado.

En un estudio con parejas románticas, se pidió a los participantes que plantearan un problema no resuelto con su pareja. Antes de la conversación, predijeron cómo respondería su pareja. Sorprendentemente, las respuestas reales fueron menos hostiles y más positivas de lo anticipado. Dos semanas después, los participantes reportaron una mayor cercanía en su relación.

¿Por qué nos equivocamos al predecir estas interacciones?

Epley explica que nuestras mentes tienden a imaginar los escenarios más emocionalmente cargados, no necesariamente los más probables. Además, subestimamos la capacidad de los demás para detectar nuestras intenciones positivas y la influencia de las dinámicas sociales que fomentan la conexión durante las conversaciones en persona.

Estos hallazgos se extienden incluso a discusiones sobre temas políticos controvertidos. En experimentos donde se pidió a extraños que debatieran temas como el cambio climático o el control de armas, los participantes esperaban que las interacciones fueran peores de lo que realmente resultaron ser.

Un factor crucial es el modo de comunicación

Las conversaciones cara a cara permiten gestos, expresiones y señales no verbales que facilitan la conexión, algo ausente en interacciones por redes sociales o mensajes de texto.

Estos estudios se suman a una creciente evidencia de que las personas son excesivamente cautelosas en sus interacciones sociales. Ya sea pedir ayuda, ofrecer apoyo o iniciar una conversación casual, a menudo sobreestimamos los riesgos y subestimamos los beneficios potenciales.

Hacemos malas predicciones de las consecuencias

Maurice Schweitzer, de la Universidad de Pensilvania, señala que es sorprendente nuestra mala predicción de las consecuencias de nuestras conversaciones, dado lo frecuentes que son estas interacciones en nuestras vidas.

Aunque las conversaciones sobre temas difíciles pueden parecer menos atractivas que las charlas ligeras, su importancia no es menor. En un mundo donde es fácil evitar el contacto cara a cara, estas discusiones son cruciales para promover el entendimiento y resolver conflictos.

No todas las conversaciones "tensas" son positivas

La investigación no garantiza que todas las conversaciones difíciles sean positivas, pero sugiere que a menudo son menos problemáticas de lo esperado, especialmente cuando se abordan con intenciones positivas. Pueden incluso fortalecer relaciones y resolver tensiones.

Para aprender debemos afrontar este tipo de conversaciones

Epley concluye que solo aprendemos de las conversaciones que tenemos, no de las que evitamos. Al asumir que una conversación saldrá mal, nos privamos de la oportunidad de descubrir que podríamos estar equivocados.

Recuerda que podría ir mejor de lo que piensas. Dar una oportunidad a la conexión humana puede llevar a resultados sorprendentemente positivos.